¿Cuál es el calibre más «Español»?

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El calibre 9 mm Largo es un cartucho que tiene una rica historia en la industria armamentística española y su evolución refleja mucho de la historia militar y policial de España. A lo largo de los años, este calibre fue uno de los más importantes y significativos en el país, y tuvo un impacto considerable en el desarrollo de armas de fuego durante gran parte del siglo XX. Para entender por qué el calibre 9 mm Largo es considerado tan español, es necesario explorar sus características, su uso comparado con otros calibres similares y su evolución a lo largo de la historia.

Características del calibre 9 mm Largo

El calibre 9 mm Largo, también conocido como 9×23 mm Bergmann–Bayard, tiene varias características técnicas que lo distinguen. A continuación, detallamos sus aspectos más relevantes:

1. Dimensiones y diseño:

El cartucho mide 9 mm de diámetro de bala y tiene una longitud total de 23 mm, de ahí su nombre “9 mm Largo”.

– En comparación con otros cartuchos de la época, el 9 mm Largo era un cartucho más largo que el popular 9 mm Parabellum (9×19 mm). Esta longitud extra permitía que el cartucho tuviera una mayor carga de pólvora y, por lo tanto, una mayor velocidad inicial de la bala.

2. Rendimiento balístico:

La velocidad de salida de la bala era aproximadamente de 350 a 400 m/s, dependiendo de la carga y el arma utilizada.

– El cartucho ofrecía una buena combinación de potencia y alcance, lo que lo hacía efectivo en pistolas y subfusiles.

– Su energía cinética al impactar era mayor que la del 9 mm Parabellum, aunque su retroceso también era un poco más pronunciado.

3. Compatibilidad y versatilidad:

– Fue utilizado en una amplia gama de armas de fuego, incluyendo pistolas como la Astra 400, la Star Modelo A, y subfusiles como el Star Z- 45.

– El cartucho fue apreciado por su rendimiento fiable y su capacidad para penetrar objetivos, lo que lo hacía adecuado tanto para el uso militar como para la policía.

Origen e historia del 9 mm Largo

El 9 mm Largo tiene sus raíces en la época previa a la Guerra Civil Española. En la década de 1900, España comenzó a buscar un cartucho que pudiera servir como estándar para sus fuerzas armadas y policiales. El 9 mm Largo fue adaptado a partir del cartucho 9 mm Bergmann, que ya era utilizado en algunos subfusiles europeos. El cartucho se adoptó oficialmente por el ejército español en 1921, y su popularidad creció rápidamente, tanto que se convirtió en uno de los calibres más utilizados durante varias décadas.

Uso y popularidad en comparación con otros calibres

Para comprender el impacto del calibre 9 mm Largo en España, es útil compararlo con otros calibres de la misma época. Las comparaciones más relevantes serían con el 9 mm Parabellum y el .45 ACP, ambos de uso común a nivel mundial.

9 mm Largo vs. 9 mm Parabellum (9×19 mm)

– El 9 mm Parabellum (o Luger) fue desarrollado por Georg Luger en Alemania a principios del siglo XX y se convirtió en el cartucho de pistola más utilizado a nivel mundial, siendo adoptado por numerosos ejércitos y fuerzas policiales.
– En términos de rendimiento, el 9 mm Parabellum tenía una longitud de 19 mm, lo que lo hacía más corto y ligeramente menos potente que el 9 mm Largo.
– Durante la primera mitad del siglo XX, el 9 mm Largo fue el cartucho predominante en España, mientras que el 9 mm Parabellum comenzó a ganar popularidad en Europa y América. El hecho de que España continuara utilizando el 9 mm Largo durante tanto tiempo demuestra la preferencia y confianza que tenían en su capacidad y rendimiento.

9 mm Largo vs. .45 ACP

El .45 ACP (Automatic Colt Pistol) es un cartucho estadounidense que ganó fama durante la Primera y Segunda Guerra Mundial gracias a su uso en la pistola M1911.

Comparado con el 9 mm Largo, el .45 ACP es más grande y tiene un mayor calibre (11,43 mm de diámetro). Esto le da una mayor capacidad de detener objetivos (stopping power), pero con una velocidad de salida más baja.

En España, el .45 ACP nunca alcanzó la popularidad del 9 mm Largo, en parte porque el .45 ACP estaba más asociado con las fuerzas armadas de Estados Unidos y, además, porque las armas españolas estaban diseñadas para funcionar con el 9 mm Largo. Por lo tanto, el .45 ACP tuvo un impacto muy limitado en el país.

Porcentaje de uso y adopción del 9 mm Largo

Durante las décadas de 1920 a 1950, el 9 mm Largo fue el cartucho de pistola y subfusil más utilizado en España. Aunque no existen cifras exactas del porcentaje de uso comparado con otros calibres, se estima que en el período de su mayor popularidad, el 9 mm Largo representaba cerca del 70-80% de los cartuchos utilizados por las fuerzas armadas y policiales españolas.

Esta dominancia se debió a varios factores:

– Producción nacional: Las fábricas de armas españolas como Astra, Star y Llama produjeron un gran número de armas que utilizaban el 9 mm Largo, y esto fomentó su uso tanto a nivel militar como civil.
– Disponibilidad de munición: Al ser un calibre producido localmente, era fácil de conseguir en tiempos de guerra y posguerra, lo que hizo que muchas fuerzas policiales y militares siguieran utilizándolo.
– Fiabilidad: Las armas diseñadas para el 9 mm Largo eran conocidas por su robustez y fiabilidad, lo que aumentaba la confianza en este calibre.

Sin embargo, a partir de la década de 1960, el uso del 9 mm Largo comenzó a disminuir, y fue paulatinamente reemplazado por el 9 mm Parabellum. Esto ocurrió debido a la creciente influencia de la OTAN y la adopción de estándares internacionales que favorecían el 9 mm Parabellum, un calibre más ampliamente utilizado y fabricado.

Declive y legado del 9 mm Largo

El declive del 9 mm Largo comenzó a notarse a medida que España se modernizaba y se integraba en la OTAN. El 9 mm Parabellum se convirtió en el calibre de elección para la mayoría de las fuerzas militares y policiales del mundo, incluido el ejército español, que finalmente hizo la transición al 9 mm Parabellum en la década de 1980.

No obstante, el legado del 9 mm Largo sigue vivo, y todavía existen coleccionistas y aficionados a las armas que valoran este calibre por su historia y su papel en la evolución armamentística española. Las pistolas y subfusiles que utilizaban el 9 mm Largo se han convertido en piezas de colección muy buscadas, y aún hoy hay munición disponible para aquellos que desean disparar estas armas clásicas.

Comparación final con otros calibres “españoles”

A pesar de la posterior adopción del 9 mm Parabellum, ningún otro calibre ha tenido la misma asociación histórica con España como el 9 mm Largo. Otros calibres como el .38 Super o el 7.65 mm Browning también fueron utilizados en cierta medida en España, pero ninguno logró la popularidad ni el uso extendido que tuvo el 9 mm Largo.

Conclusiones

El 9 mm Largo es, sin lugar a dudas, el calibre que más se puede considerar “español” debido a su desarrollo, adopción y uso prolongado en España durante gran parte del siglo XX. Fue el calibre estándar para las fuerzas armadas y policiales españolas, y su uso se extendió a lo largo de varios conflictos, incluida la Guerra Civil Española. Aunque fue finalmente reemplazado por el 9 mm Parabellum, el 9 mm Largo sigue siendo recordado como un emblema de la historia militar y armamentística de España.

Su legado se mantiene vivo en los coleccionistas y entusiastas de las armas, y las pistolas y subfusiles que dispararon este calibre siguen siendo testimonios de una época en la que el 9 mm Largo era el rey indiscutible de los calibres en España.