Todos los rifles tienen una pieza que soporta la fuerza del culatazo, esa pieza NO son los tornillos que unen la acción/cañón con la culata, sino que es como una lengüeta que tiene un hueco en la culata, de este modo cada disparo hace que el cañón se desplace hacia atrás y esta lengüeta limita el movimiento al estar metida en un hueco.
¿POR QUÉ HACER EL ENCAME A UN RIFLE?
Hace unos días un cliente me preguntó que cuál era la razón para hacer esto del “encame” a un rifle, y aquí os lo voy a exponer por si os pudiera aclarar también esa duda.
Si vemos cualquier rifle que pueda caer en nuestras manos podemos observar que, por ejemplo, un rifle de palanca tiene el cañón sujeto al almacén de munición, así como al guardamano. Si hablamos de un semiautomático podemos ver que el cañón tiene soldados ciertos elementos (toma de gases) que lo unen a los mecanismos que producirán su funcionamiento semiautomático. Y si hablamos de un rifle mono-tiro o express también podemos observar como sus cañones están unidos a sus correspondientes guardamanos, pero, en los rifles de cerrojo existe la posibilidad de “aislar” el cañón y que este no toque ningún otro elemento del arma.
Pues bien, debemos partir de la premisa de que para la obtención de la máxima precisión de un rifle su cañón debería poder vibrar, moverse y dilatarse o contraerse libremente sin interferir con otros componentes del arma, ya que esa interferencia producirá que esos movimientos que surgen en cada disparo no sean libres y por consiguiente modificarán el punto de impacto de nuestro disparo. Al mismo tiempo el cañón debe estar sujeto lo más firmemente posible a la culata para que no haya variaciones en la sujección y cada disparo tenga el mismo punto de partida.
Por ello entonces estamos de acuerdo en que, en los rifles que hemos enumerado y que podemos ver en las fotos los cañones no están libres de contacto con otras piezas del arma, o como más comúnmente lo denominamos “el cañón no está flotado, el cañón no es flotante”.
Esta característica de no tener el cañón flotante es posible que no tenga una importancia crucial para algunas modalidades de caza donde la máxima precisión no es imprescindible, pero, para el mundo de la competición o para ciertos recechos donde en ocasiones hay que efectuar disparos a larga distancia si tiene una importancia relevante.
Vemos entonces que en ciertos modelos de rifle no es posible tener un CAÑÓN FLOTANTE por su forma de fabricación pero especialmente en los rifles de cerrojo esto si es posible y hoy en día, un gran número de fabricantes , consiguen hacer sus rifles con el cañón FLOTADO, osea que si nosotros metemos una hoja de papel o un billete entre el cañón del arma y el guardamanos, podremos desplazar dicho papel en toda la longitud del cañón sin que éste tropiece o no tenga hueco para moverse al tocar con el guardamanos.
Con ésta manera de fabricar los rifles conseguimos entonces que el cañón no toque la culata al vibrar pero no nos quedamos contentos solamente con eso sino que ahora lo que queremos es que, además de no tocar la culata, el cañón quede firmemente anclado a la misma de modo que, ya sea por efecto de los culatazos o porque desmontemos la culata de arma o cualquier otra razón, el anclaje del cañón/acción a la culata sea lo más firme y tenga la menor tolerancia posible, osea que quede firmemente montado y sin posibilidad de cambiar su posición dentro de la culata.
Para hacernos una idea de lo que estamos hablando tenemos que ver de qué manera se sujeta un cañón a la culata. Todos los rifles tienen una pieza que soporta la fuerza del culatazo, esa pieza NO son los tornillos que unen la acción/cañón con la culata, sino que es como una lengüeta que tiene un hueco en la culata, de este modo cada disparo hace que el cañón se desplace hacia atrás y esta lengüeta limita el movimiento al estar metida en un hueco.
En este caso la lengüeta para el retroceso (RECOIL LUG en inglés) es la pieza que sobresale de la parte central/inferior de la estructura que se puede apreciar en la foto superior, y aunque depende del fabricante, se sitúa siempre donde termina la acción (alojamiento del cerrojo) y comienza el cañón (principio de la recámara)
Pues lo que queremos conseguir al hacer el ENCAME es reducir el tamaño del hueco que hay en la culata para alojar la lengüeta de retroceso y que esta no pueda moverse dentro de dicho hueco, con ello conseguiremos un montaje mucho más firme y con suerte conseguiremos que nuestro rifle agrupe mejor.
Este es el hueco donde entra la lengüeta de retroceso , al hacerle el encame conseguimos que la lengüeta entre justa en su hueco y no pueda moverse.
El proceso en si de hacer un encame no es un proceso difícil, pero si delicado, se hace con resinas epoxi para que tenga una buena adherencia a la culata y una vez curada quede duro y tenga una duración larga pero hay que extremar las precauciones para que el epoxi no deje pegado el cañón a la culata haciendo imposible su desmontaje.
Hay varias maneras de hacer el encame o BEDDING en inglés, hemos visto la más sencilla y común porque suele ser suficiente para mejorar las agrupaciones, pero, también puede hacerse ese encame a la totalidad de la acción del rifle para que ésta adopte una posición fija e inamovible en la culata, esta opción es más delicada aún de hacer.
Aquí podemos ver el encame hecho solo a la zona de la lengüeta de retroceso.
Aquí, sin embargo, podemos ver como el epoxi soporta la totalidad de la superficie de la acción hasta el tornillo trasero de sujeción.
Por último veamos la diferencia de desplazamiento de un cañón sin encame, y sin atornillar aún a la culata:
Y en una única imagen lo que ocurre tras haberle realizado un encame… no es necesaria la segunda foto, ya que el movimiento desaparece.
Espero haberos aclarado el concepto del “ENCAME”.
Nos vemos en el próximo número.