Entrevista a Javier Carpio Fernández del Pozo

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Cazador de cincuenta años, Ingeniero de Montes, natural de Castilla y residente en Madrid.

Estamos encantados de que esté con nosotros y nos cuente un poco cuál es su trayectoria en el mundo cinegético. Por lo que tenemos entendido es usted de esos cazadores que prefieren las tradiciones a los números. Explíquenoslo con más detalle.

¿Cazador desde cuándo?

Cazador desde siempre. Empecé a cazar desde niño, siguiendo a mi padre de morralero junto a mis hermanos. Mis mejores recuerdos de caza siempre me llevan a aquellos años detrás de las perdices en el coto del pueblo de mi familia, Matapozuelos (Valladolid). Toda mi vida está vinculada al campo, a la caza y a la pesca. Se puede decir que forma parte de mi vida, tanto a nivel personal como profesional.

¿Cazador de menor o mayor?

Siempre de menor y a partir de los 17 años también de mayor. Creo que ambas modalidades se complementan. No sabría elegir una única modalidad, porque creo que lo bonito de la caza es la dificultad, la diversidad de paisajes y especies, así como las diferentes formas de afrontar su caza.

¿Con qué modalidad de caza se identifica más y por qué?

Me identifico más con la caza menor, seguramente por mis recuerdos desde que tengo uso de razón. Aparte, me parece más exigente e íntima que la caza mayor, a excepción del rececho. Si tuviese que elegir una modalidad de caza siempre me quedaría con la perdiz al salto, en cualquier tipo de terreno. Me parece que por su dificultad y exigencia es la modalidad que mejores momentos me ha hecho pasar.

¿Cuál es la que más practica actualmente?

En los últimos años, debido al descenso generalizado de las poblaciones de perdiz y de las poblaciones de migratorias, he ido alternando cada vez más la caza menor con las modalidades de caza mayor. En concreto el rececho y las batidas. De caza menor sigo practicando todas las modalidades, desde la caza al salto de perdiz, codorniz, conejo, liebre, etc. a la caza desde puesto fijo de palomas y zorzales.

¿Cuál es su cazadero favorito y por qué?

Mi cazadero favorito es al que me enfrento cada día que salgo al campo. Siempre salgo con la misma ilusión que hace 40 años. Cada día es diferente y toca disfrutar de cada momento. Además, he aprendido a ser poco exigente con los resultados y valoro mucho más salir al campo, si es en buena compañía mejor, que el número de piezas que pueda abatir. Siempre he tenido predilección por los cazaderos de Castilla, por las tierras de labor y el terreno poco quebrado donde la caza tiene mucha defensa y la dificultad hace que valores aún más el hecho de cazar una perdiz, por ejemplo.

Javier Carpio Fernández del Pozo

¿Prefiere las tradiciones o las nuevas tendencias y tecnologías? ¿Por qué?

Sinceramente prefiero la caza justa. Creo que hay tecnologías que se están mal aplicando a la caza y que deberían estar prohibidas. En la caza no vale todo, hay que dejar margen a los animales. Me refiero en concreto al empleo de visores térmicos o a los “cazadores” que se jactan de abatir piezas a distancias antes inimaginables. La caza no es una modalidad de tiro, es mucho más que eso, y cuanto mayor sean las oportunidades que demos a los animales, más mérito tendrá el hecho de abatirla.

¿Caza con perros o sin ellos?

Con perros y sin ellos, indistintamente. Siempre vas mejor acompañado con perros, es evidente, pero si no tienes perros se puede salir a cazar en muchas modalidades.

¿Caza en solitario o en compañía? ¿Por qué?

Como en todo en la vida, creo que en compañía disfruto más. Me gusta cazar y pescar sólo, pero cuando vas bien acompañado el disfrute es doble. Siempre elegiría salir al campo con mis hermanos y primos. Para nosotros salir a cazar juntos se ha convertido en una forma de vernos y de seguir siempre en contacto.

¿Qué armas y municiones suele usted utilizar en sus salidas cinegéticas?

Suelo utilizar una escopeta superpuesta Lamber del calibre 12, para la caza menor, y un rifle Sauer 202 del calibre 30.06 con visor Khales, para la caza mayor. Me gusta utilizar siempre las mismas ar-mas.

¿Practica usted en la actualidad o ha practicado alguna modalidad de tiro deportivo?

No. Nunca he practicado modalidades de tiro deportivo, salvo ocasionalmente el tiro al plato.

¿Hay alguna modalidad de tiro deportivo que le llame la atención o que le gustaría conocer más a fondo?

Saber y conocer de tiro es algo que me hubiese encantado, pero que por falta de tiempo me ha sido imposible realizar.

Dado que es usted un profesional del campo, ¿Cree usted que es necesaria la actuación del hombre en el medio ambiente?

Hoy en día el campo está muy antropizado. Las carreteras, las explotaciones agrícolas y ganaderas, los vallados, la urbanización descontrolada, son muchos los factores que nos empujan cada vez más hacia las zonas de monte y abruptas para poder cazar en terrenos bien conservados. Por desgracia en pocos años nos vamos a encontrar con un campo desconocido por la proliferación de las “energías verdes” que van a ocupar grandes superficies agrícolas y de monte, que transformarán el paisaje y reducirán considerablemente la superficie natural a disposición de la fauna. Por este y muchos más motivos, creo que la actuación del hombre en el medio ambiente es necesaria, en muchos casos para paliar o corregir las innumerables barbaridades que se realizan. Me da rabia cuando escucho por parte de colectivos partidistas y poco preparados que los cazadores tenemos la culpa del estado actual de las poblaciones cinegéticas. Basta tener un mínimo de conocimiento de campo para saber que la regresión de las poblaciones se debe a la degradación del medio por los cambios de uso del suelo y a las malas prácticas agrícolas que se han venido sucediendo en los últimos 50 años. No se puede esperar que la capacidad de carga de un territorio sea la misma después de transformarlo por completo por urbanización, concentración parcelaria, cambio de cultivos y de ciclos cada vez más cortos, uso de herbicidas, insecticidas, rodenticidas, etc. La caza frente a todo esto no tiene efecto alguno sobre el medio, ni sobre la fauna que lo habita. Al contrario, en gran parte de los cotos de caza la finalidad es favorecer la conservación de las especies antes, incluso, que la propia actividad cinegética.

¿Piensa que las actuaciones que se hacen hoy en día en nuestros campos y ríos son correctas o suficientes?

Creo que no son suficientes, aunque se va por buen camino. Se realizan pocas actuaciones para la mejora del medio y los ecosistemas, basando la gestión en legislar la actividad cinegética. No se realizan actuaciones a nivel global para la mejora del ecosistema y, por tanto, de las especies cinegéticas. Tan sólo se regula su caza, pero no se promueve su conservación a través de actuaciones tan sencillas y lógicas como podría ser no dejar empacar hasta el mes de septiembre (para evitar los daños a los nidos o las crías de las especies de fauna esteparia) u obligar a mantener linderos en las tierras y a respetar las acequias y arroyos naturales o limitar las roturaciones de zonas de monte para su transformación en cultivos.

En cuanto a nuestros ríos nos sucede algo parecido. La legislación es tan compleja y las limitaciones tan absurdas que han conseguido jubilar de la pesca a muchos de nuestros mayores e impedido que muchos de nuestros niños puedan llegar a tener afición por esta actividad. Se limita el aprovechamiento de la pesca cargando sobre los pescadores, limitando cebos, días hábiles y permisos, cuando realmente las poblaciones de nuestras truchas o salmones se ven mermadas por otros factores muy diferentes, como la regulación de los ríos, las detracciones de caudal para los distintos usos, la presencia de multitud de azudes u obstáculos transversales que impiden los movimientos reproductivos de las especies piscícolas, la alteración y transformación de las riberas, la contaminación de las aguas, la falta de renovación de los sedimentos del lecho, la reducción de las aportaciones por el cambio climático, la alteración de la dinámica fluvial, etc. En definitiva, multitud de presiones presentes en nuestros ríos que necesitan de una buena gestión para asegurar la conservación de sus valores naturales. En este sentido se está trabajando mucho y bien en revertir esta situación, pero se tardarán muchos años en poder apreciar la respuesta de los ecosistemas fluviales a las medidas de recuperación que se están aplicando.

Díganos tan solo un par de cosas que en su opinión sería imprescindible cambiar para mejorar la salud de nuestros campos.

De forma resumida y aunque suene a una utopía, sería necesario cambiar la mentalidad de la sociedad y el sistema productivo tal y como se entiende hoy en día. No todo vale y el concepto de sacar la máxima rentabilidad a toda costa va en perjuicio de la conservación del medio.

Por último, siempre nos gusta que los entrevistados nos den su opinión de lo que la caza y el campo significa para ellos, y en su persona es más importante aún si cabe para nosotros por su punto de vista profesional.

¿Qué le aporta como persona el contacto tan estrecho con el campo y la caza?

Para mí el campo es una necesidad. No concibo mi vida personal ni profesional si no estoy en contacto directo con el campo. Me he criado así y no lo cambio por nada. La actividad cinegética y piscícola es otro aliciente más para salir cada semana a dar un paseo y disfrutar del campo. Al campo se puede salir a coger setas, caracoles, espárragos o simplemente a dar un paseo y disfrutar de las vistas. El hecho es salir y seguir aprendiendo cada día del simple hecho de observar.

Javier Carpio Fernández del Pozo